HOSPITAL DE TORREMOLINOS
Santander, España
1er. Premio Concurso Público
m2 Construidos: 18.735,00
Presupuesto Ejecución Material: 16.884.687,30 €
Año: 2009
Arquitectura: Baquerizo – Cruz – Petrement – Junquera
Promotor: Servicio Andaluz de Salud
MEMORIA
La arquitectura tiene sentido si logra formar parte de la sociedad a la que sirve y en la que se implanta. Para ello debe dar respuesta a la función reclamada, integrándose en el lugar sin renunciar a incorporar los elementos más modernos que ofrece una sociedad globalizada buscando la mejor sostenibilidad frente a la inversión disponible y asegurando su mantenimiento y durabilidad.
Lo moderno no es lo estridente de las modas que buscan sorprender en el momento, lo realmente moderno debe perdurar, la arquitectura debe tener presente que su vida es centenaria, y para ello debe ser rigurosa en todo sus elementos justo lo contrario a los objetivos de la moda.
Lo moderno es implantar los últimos avances tecnológicos, funcionales y estéticos acompasados a los condicionantes específicos de cada proyecto.
Función, lugar y recursos disponibles
INTEGRACIÓN EN UN CONJUNTO HOSPITALARIO HISTÓRICO. PONER EN VALOR EL PATRIMONIO
Nuestra propuesta busca la integración dentro de un conjunto histórico bien definido que responde a los edificios hospitalarios de pabellones del siglo XIX. El conjunto está estructurado de manera simétrica conformando un eje principal a partir de los distintos pabellones, entre ellos el edificio de la iglesia.
Proponemos no violentar este orden o estructura de los edificios existentes y que tras la implantación de los nuevos edificios, se continúe entendiendo como estructurante el eje longitudinal existente. Por esta razón arropamos a la iglesia en tres de sus lados con un cuerpo bajo, de una planta, que acoge toda la atención primaria, con las esperas volcadas a este nuevo claustro donde la iglesia queda integrada y no marginada en el nuevo conjunto hospitalario. Este cuerpo bajo refuerza el papel protagonista de la iglesia y la pone de nuevo en valor. A modo de obra de arte, la iglesia queda enmarcada.